Seguridad del recurso humano: valor fundamental de la ropa de trabajo
Portar un uniforme industrial siempre será una ventaja incluso cuando el deseo de pasar de las reglas llevando una prenda al gusto propio nos traicione. Lo cierto es que esta clase de movidas pueden no tener consecuencias sólo en algunos empleos, como los que se llevan a cabo en oficinas o restaurantes; en otros, como los hospitales y empresas de manufactura o los trabajos de construcción, no portar correctamente el uniforme puede poner en riesgo la salud o comprometer la integridad física de los trabajadores.
Por eso, el que la empresa entregue una vestimenta a los empleados apenas firman su contrato es, más que una imposición, una medida de seguridad que protege a ambas partes: al trabajador, puesto que previene accidentes a causa del contacto con sustancias químicas como ácidos, ciertos niveles de temperatura o maquinaria de uso industrial que deba ser operada en condiciones específicas, y a la compañía misma, dado que la asignación de uniformes y el uso de los mismos disminuye la posibilidad de accidentes laborales en los que resulte afectado un miembro del equipo y se produzcan controversias en cuanto a la responsabilidad sobre lo sucedido.
Algunas de las industrias en las que es forzoso que las empresas provean a sus trabajadores con indumentaria de seguridad son la eléctrica, la automotriz, la farmacéutica, química, textil y de construcción.
En esta última son de especial utilidad prendas como las chamarras impermeables, que brindan protección en todo momento al trabajador en ciudades lluviosas. Las hay confeccionadas en diseños tipo gabardina con capucha integrada o tipo “poncho”, según sean las necesidades de cada empresa, pero generalmente todas han sido diseñadas para el trabajo duro: cuentan con doble costura, ventilación en espalda y axilas y broches de plástico que permiten el ajuste idóneo.
Como complemento se suelen llevar pantalones de trabajo tipo cargo que cubren hasta los tobillos y se caracterizan por tener múltiples bolsillos para guardar herramientas; en algunos casos la indumentaria también comprende lentes o máscaras de seguridad y botas impermeables, que replican la función principal de las chamarras, pero aportan los beneficios específicos de contar con suelas antiderrapantes y puntas reforzadas que protegen el pie en caso de golpes, derrames de materiales u otro tipo de accidentes.
Actualmente, la importancia de este tipo de vestimenta es tal, que una de las tareas prioritarias de las empresas es conocer los parámetros que la ley establece en cuanto a la ropa de trabajo apropiada para las funciones que realizarán los empleados, en tanto que estos últimos deben ser muy puntuales en el uso del uniforme.