Los resortes, Física aplicada todos los días
Uno de los inventos menos apreciados por el común de la gente pero que han se encuentran en una gran cantidad de máquinas y aparatos que utilizamos en el equipamiento industrial todos los días son los resortes. Los hay de todos los tamaños y se fabrican de muchos materiales con usos muy diversos. Cerraduras, suspensión para toda clase de vehículos, encendedores, artículos de papelería desde plumas hasta sujetadores, componentes para computadoras, interruptores y circuitos eléctricos, herramientas de todo tipo. La lista es innumerable.
El fenómeno físico que hace posible la aplicación de los resortes se explica mediante la ley de elasticidad de Hooke, según la cual un material elástico tiene un alargamiento proporcional a la fuerza aplicada sobre él. Originalmente, este principio, publicado en 1660, estaba pensado para dar una idea del comportamiento de objetos estirados longitudinalmente pero fue adaptado posteriormente para diversificar sus aplicaciones.
Los resortes se emplean en cualquier situación en la que se requiere aplicar una fuerza sobre un objeto de manera tal que esa misma fuerza pueda ser reflejada en la dirección contraria en forma de energía. Gracias a este movimiento, un resorte puede absorber, redimir o absorber una fuerza según sea el caso.
Existen tres clases de resortes de acuerdo con la función que desempeñan. En todos los casos, la principal característica de todos ellos es la capacidad para regresar a su forma original después de soportar una fuerza.
Los resortes de torsion son aquéllos que pueden ser sometidos a una fuerza de torsión, conocida en Física como “momento”. Esto significa que el resorte mantiene una sujeción firme cuando se encuentra en reposo pero puede ser forzado a girar sobre sí mismo para abrir un espacio entre sus dos extremos. Al regresar a su posición original, el resorte conserva su firmeza. Ejemplos de esto lo podemos encontrar en muchos de los sujetadores de papelería, pinzas para el cabello, etc.
La fuerza de tracción es la que obliga a un cuerpo que se encuentra entre dos fuerzas que se mueven en sentido opuesto a estirarse. La función de los resortes de tracción consiste en mantener unidos ésos dos cuerpos al mismo tiempo que mantiene una distancia considerada ideal entre ellos. Se caracterizan por tener un gancho en cada uno de sus extremos, de modo que puedan montarse en cualquier posición que resulte conveniente. Este tipo de resortes se utiliza sobre todo en la suspensión de aparatos mecánicos, desde automóviles hasta máquinas de ensamblaje.
Por último, los resortes que pueden hallarse en los colchones o para soportar pesos en una sola dirección son aquellos que responden a la fuerza de compresión, la cual se conoce porque tiene a reducir el volumen de un objeto, es decir a comprimirlo. Estos resortes pueden ser cilíndricos o cónicos según el tipo de peso que deban aguantar.
