Roca natural para la construcción
Entre los materiales que se utilizan en la construcción sin haber sido procesados previamente, quizá las rocas sean el de uso más extenso. Debido a sus propiedades de soporte y durabilidad, así como de resistencia a la erosión y el desgaste provocado por el tiempo, la piedra es una de las mejores opciones para edificar casi cualquier tipo de inmueble. Además, cuenta con la ventaja de que la piedra cortada y tallada es de un gran valor estético, si se aprovecha adecuadamente.
Una de las rocas que más se utilizaron en México durante la década de los veinte del siglo pasado es el mármol. Es una piedra caliza cristalizada por las presiones acumuladas al interior de la tierra, y gracias a estas mismas presiones es que se generan las vetas coloreadas tan características de este mineral. En su forma más pura es totalmente blanco, lo que lo hace de gran valor, sobre todo por su rareza.
El mármol ofrece una gran resistencia aunque es difícil de manipular debido a su gran peso y también es complicado cortarlo y darle forma, razón por la cual se le encuentra más comúnmente en forma de grandes bloques o losas para el suelo y las paredes. El mármol ha sido un gran favorito desde épocas remotas, ya que sus acabados son de extremado valor estético, sin contar que puede ser utilizado para otros propósitos además de la construcción, como la escultura.
El tezontle es una piedra volcánica que tiene la propiedad de almacenar el calor, por lo que es de gran valor en la construcción de hornos, tanto para alimentos como pan y barbacoas, como para las fábricas de ladrillos y otros materiales que requieren de cocción. También tiene valor estético ya que genera una sensación silvestre; en los últimos años se le ha dado mucho valor como parte de las decoraciones en jardines y otros ambientes de recreo y esparcimiento al aire libre.
Por otro lado, algunos materiales pétreos, como la grava y el tepetate, tienen gran valor como complementos más que como piezas de construcción en si mismos. La razón es que por su relativa blandura pueden molerse o triturase para ser integrados como parte de la mezcla del cemento y el concreto. Éstos materiales pueden hallarse en abundancia y son relativamente más baratos que los anteriormente mencionados, aunque como se les requiere en grandísimas cantidades sus costos se elevan para igual los de aquéllos.