Comprar o rentar equipo industrial
La instalación de una planta industrial requiere de mucho cuidado en su planeación y ejecución, ya que la inversión que se requiere para ello no es pequeña y, con toda probabilidad, la responsabilidad de su puesta en marcha no recae únicamente en una sola persona, por lo que una falla en los cálculos de presupuestos o deficiencias técnicas pueden significar grandes pérdidas para todos los involucrados.
Si uno se detiene a ver el equipo con el que operan la mayoría de las plantas y fábricas que no pertenecen a grandes consorcios multinacionales sino que, por el contrario, han sido puestas en funcionamiento por empresarios mexicanos que desean incursionar en alguno de estos sectores de la economía, es fácil ver que la gran parte no consiste en equipo nuevo sino de segunda mano.
El motivo de ello es que la adquisición del equipo se lleva una gran parte del presupuesto en todos los proyectos de esta índole, así que conseguir el equipamiento industrial más barato y de fácil acceso se vuelve una prioridad al estimar costos y beneficios. Hay que destacar que una compra de segunda mano requiere de muchos mayores cuidados y análisis, ya que no cuenta con la garantía que tienen los productos que provienen de fábrica.
Un ejemplo de ello son los montacargas usados. Es de suma importancia constatar que el funcionamiento de estos aparatos es el óptimo, ya que de lo contrario se abona el terreno para que sucedan accidentes que, por el volúmen de carga al que suelen ser sometidas estas máquinas, pueden llegar a ser muy graves. Eso, sin mencionar las pérdidas económicas derivadas de los materiales o productos que se echen a perder, además del gasto realizado en la compra de dicho artículo.
Otra opción es la de rentar el equipo que no se necesita de manera regular. En este caso, se considera que es un gasto innecesario adquirir aparatos que no serán utilizados con frecuencia. Esta opción cuenta con la ventaja de que existe una garantía de que el equipo funcionará correctamente, además que con frecuencia puede haber también asesoría por parte de quien renta el equipo. En este caso, es de especial importancia atender a las recomendaciones de uso, ya que un mal desempeño podría traducirse en costos debido a reparaciones, multas o reposición.
Hay que valorar adecuadamente cuándo se requiere comprar y cuándo rentar, ya que el costo aumenta si nos damos cuenta demasiado tarde de que valía más la pena hacer un gasto mayor desde el principio, sobre todo en el caso de equipo de uso contínuo, como es el caso de la renta de montacargas.