¿Cuáles son las funciones de los aditivos de aceite?
Aunque se supone que el aceite que compramos para nuestro motor ya contiene lo que debe tener para su buen funcionamiento, existen diversos productos, los denominados aditivos, que supuestamente mejoran el rendimiento de nuestra máquina.
Aunado a ello, existen diversos aditivos que responden a diferentes funciones, por lo que es mejor conocer cada una de ellas para que luego no terminemos por comprar algo que no necesitamos o que incluso puede hacer más daño que bien.
Las principales funciones de los aditivos de aceite, según su tipo, son las que se presentan a continuación:
Viscosidad: los mejoradores del índice de viscosidad (MIV) promueven el buen desempeño del lubricante a altas y bajas temperaturas, evitando que el aceite se adelgace temporalmente en condiciones extremas. Se utiliza en lubricantes para engranajes, fluidos hidráulicos y multigrado para motores.
Anticorrosión: estos aditivos forman una barrera química que repele la humedad, evitando o reduciendo la herrumbre de superficies metálicas. Su uso es frecuente en toda clase de lubricantes.
Antioxidante: son aditivos de sacrificio que retrasan la oxidación y se van consumiendo mientras eso sucede. Extienden la vida útil del lubricante y se utiliza en casi todo tipo de ellos.
Antiespumeante: los aceites antiespumantes previenen —como su nombre lo dice— la formación de espuma en el aceite, situación que podría causar graves daños al motor al reducir su capacidad para mantenerlo engrasado. Con esto, se evita la oxigenación y, por tanto, se reduce la tensión superficial, impidiendo la formación de burbujas que podrían llevar aire al circuito de lubricación.
Detergente: sirven para neutralizar los ácidos que se forman en la base y para mantener las superficies metálicas limpias, aunque pueden dejar depósitos de cenizas cuando el aceite se quema. Se utiliza en motores de combustión interna y generalmente en combinación con un aditivo dispersante.
Recuerda que siempre es mejor que un experto te de las recomendaciones e indicaciones adecuadas de cuál de estos componentes necesitas, pues en ocasiones “jugarle al mecánico” puede salir bastante caro o dañar irreparablemente tu máquina.
Y es que así como no puedes cargar diésel a un coche que funciona con gasolina premium y viceversa, tampoco es lo mismo el tipo de aditivo que necesitarás para motores Toyota que para motores Ford, por ejemplo.
Por ello, lo más recomendable es que no te arriesgues y utilices tu aceite de siempre sin añadirle nada más, a menos, claro, que haya sido tu mecánico quien te lo haya sugerido.