El futuro de la industria de la construcción
La industria de la construcción en México ha presentando en 2017 una baja considerable respecto al año anterior. Durante 2016 el sector creció un 1.8%, sin embargo durante 2017 los números disminuyeron a -4.1% de acuerdo con el Inegi.
Esta caída se presentó a pesar de que fueron liberados recursos especiales por el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) debido a los sismos que vivió el país durante el mes de septiembre. Para 2018 se estima que haya un ligero crecimiento de hasta el 1.1% y que en los siguientes años la tendencia sea la misma.
Para asegurar dicho crecimiento se han creado diferentes planes de desarrollo, uno de ellos es el Plan Nacional de Desarrollo el cual incluye cinco metas específicas, entras las cuales destaca la promoción del desarrollo urbano sostenible e inteligente para crear viviendas dignas con el modelo de ciudades competitiva, prosperas, seguras y sustentables.
Otro de los planes tiene que ver con la iniciativa privada en proyectos como el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el crecimiento de la infraestructura turística, comercial, de servicios, así como la construcción inmobiliaria residencial.
Durante los próximos años también se tiene contemplado continuar con el plan de reconstrucción, el cual señala que se puede hacer la construcción del inmueble de iguales dimensiones al que se derrumbó.
El programa nacional de desarrollo urbano será otro de los cuales busca impulsar y mantener un crecimiento de la industria de la construcción durante los próximos años. Este programa tiene como objetivo partir de un modelo que fomente el crecimiento ordenado de las ciudades para que las personas no tengan como obstáculo las distancias.
Uno de los cambios más importante que se esperan tiene que ver con la toma de decisiones que realizan las personas a la hora de adquirir un inmueble, ya que sin duda, habrá factores que ahora serán más tomados en cuenta después de lo sismos del 2017.
Los especialistas aseguran que el panorama para esta industria es bastante incierto, además de que enfrentarán las consecuencias del incremento de los precios del cemento durante los primeros meses del año.
También tendrán que enfrentar temas como el incremento en las tasas de interés, la inestabilidad del tipo de cambio, el año de elecciones presidenciales y las negociaciones del TLCAN por lo que se vislumbra un panorama bastante difícil para esta industria, al menos en un periodo de corto plazo.