El papel opalina, su uso universal y económico
¿Sabías que el segundo papel que más utilizamos en casa es el papel opalina? Esto debido a que es el mejor papel especializado o profesional multiusos, según lo dice todo el mundo. Aparentemente todos concuerdan en que es la mejor opción para imprimir trabajos especiales, por la presentación que da y sus acabados.
Después del papel bond, que es el que utilizamos normalmente para imprimir los trabajos escolares o de la oficina, el papel opalina es el siguiente tipo de papel que se vuelve indispensable en nuestra despensa. Además, de entre los papeles que le podrían hacer competencia por sus texturas, la opalina es el más económico, de fácil alcance y completamente disponible en todas las papelerías y grandes papelerías comerciales, debido a que es muy popular.
El papel opalina es de color blanco, suele venderse en pliegos y hojas lisas o texturizadas con acabados gofrados (con relieve al tacto o que posee imágenes grabadas sobre la superficie). Y como datos extra, suelen venderlo como pliegos de cartulina, más que como hojas sueltas o en paquete; solía estar hecho de pulpa de madera, pero a partir de la toma de medidas más ecológicas en su proceso de fabricación, ahora es elaborado con base de celulosa eco-friendly.
Principales usos:
- Tarjetas de presentación.
- Invitaciones de cumpleaños, bodas, bautizos, u otros eventos.
- Diplomas y reconocimientos.
- Impresiones de alta calidad.
- Tarjetones.
- Carteles escolares.
- Folders.
Debido a sus usos y aplicaciones, se convierte en la mejor opción de papel para utilizar en impresoras láser y de inyección de tinta, pues la calidad de impresión es insuperable, sobre todo si lo pensamos por el precio. Al tacto se percibe su satinado, su cualidad aterciopelada, limpieza, blancura y además, se distinguen todos sus acabados y texturas, según sea el caso.
Las empresas que lo fabrican o distribuyen la opalina cuentan con una certificación, pues hoy en día está muy regulado la distribución de productos derivados de la madera. La certificación FSC suele ser la más común, en ella se establece que el papel ha sido fabricado con material 100% reciclado.
Dentro del sector de esta industria, se ha tornado imprescindible garantizar la procedencia de sus productos y materia prima, pues debe tratarse de compañías comprometidas con los recursos naturales del planeta y apegados a las reglamentaciones del gobierno y las instituciones regulatorias, además de demostrar su apego ante valores de responsabilidad social para con sus clientes.