¿En qué consiste el proceso de decapado de pinturas?
Una de las tareas más comunes en los procesos industriales es el decapado o remoción de pintura, que consiste en eliminar una capa de pintura de una superficie en la que se aplicó; se trata de una labor que requiere mano de obra profesional, material de trabajo y conocimientos adecuados para no dañar la superficie a trabajar.
De acuerdo con el material a trabajar, existen varias técnicas de decapado que a continuación mencionaremos:
- Lijado: Ya sea de forma manual o mecánica, se utiliza un material abrasivo, como papel de lija o cepillo para superficies en las que la capa de pintura es muy fina.
- Cepillo eléctrico: También utilizado para rebajar la madera, esta técnica es ideal para decapar pintura en madera, siempre y cuando la superficie sea plana, es decir, que no cuente con grabados.
- Pistola de calor: Con esta técnica se funde la pintura para que se separe de superficies de madera con espátula; es ideal para decapar capas gruesas de pintura acumulada, así como para tinturas plásticas.
- Disolvente: Con el uso de productos químicos como el cloruro de metileno se disuelve la pintura con mucha facilidad, permitiendo retirarla con un trapo o, una vez que se haya ablandado la pintura, se puede utilizar un cepillo de dientes para acceder a las partes más difíciles y eliminar los residuos del producto. Por ello, es una de las técnicas más eficaces y rápidas para el decapado.
- Gel decapante: Se trata de productos a base de químicos como el acetato de butilo, que disuelven la pintura de superficies de madera, permitiendo su retirada con un trapo de forma sencilla y rápida.
- Decapado por inmersión: Es una técnica muy especializada en la que se sumergen las piezas a tratar en unas cubetas con decapantes; si bien cualquier producto de madera o metal se puede tratar con esta técnica, se utiliza para los más finos y pequeños, en los que se corre el riesgo de desgaste de la superficie con el lijado.
Antes de volver a pintar la superficie después de haber sido sometida a un decapado, se debe proteger la misma con una capa de antióxido para evitar que se dañe. La elección de la técnica debe basarse en las necesidades del material con el que se va a trabajar, para que no pierda propiedades y pueda seguir utilizándose para una nueva aplicación. Los decapantes actuales son menos peligrosos y tóxicos para el ser humano, así como más versátiles para cualquier sustrato, sin dañar las partes más débiles.