Pasos del proceso de certificación ISO
El proceso de certificación de una norma ISO comprende la actividad de los trabajadores, el equipo de la empresa y el ordenamiento de los espacios. Consta de 9 pasos básicos que, de cumplirse a satisfacción de la normatividad, validan a la empresa y le otorgan un certificado de calidad con duración de 3 años, mismo que puede ampliarse nuevamente una vez concluido ese lapso.
El primer paso para obtener la certificación es contar con el compromiso por parte de la Dirección de las empresas para implementar las tareas y los programas que exige la norma en cuestión. Esto se lleva a cabo al contar con los servicios de un asesor externo a la empresa, quien se encargará de realizar las recomendaciones pertinentes para mejorar los aspectos que deben ser evaluados. También hace recomendaciones sobre cómo monitorear dichas mejoras para se
mantengan en los niveles adecuados.
Es necesario realizar un diagnóstico de todas las áreas de la empresa y de todos los procedimientos, especialmente de aquéllos que involucran a distintas áreas. Muchas de las normatividades se enfocan en que la interacción entre las áreas sea lo más eficiente posible.
Asimismo, debe nombrarse a un responsable de Calidad, quien supervisará las mejoras y observará su cumplimiento.
Es importante involucrar a los trabajadores y sensibilizarlos acerca de la relevancia de la certificación. En última instancia, los procedimientos tienen la finalidad de mejorar el desempeño de las tareas y de establecer procesos claros y concretos, con lo que también mejorará la productividad de la empresa. También hay que ofrecer la capacitación necesaria para implementar las medidas recomendadas.
Una vez que se haya hecho el diagnóstico y establecido los cambios necesarios, se debe buscar la mejor forma de aplicarlos. Es muy difícil cambiar por completo el funcionamiento de las áreas de una empresa, así que las nuevas políticas de calidad deben irse aplicando poco a poco en cada una de las áreas. Hay que contar con manuales claros y sencillos que muestren cuáles son los procedimientos que se realizarán a partir de las nuevas disposiciones.
Finalmente, hay que llevar a cabo un periodo de prueba en el que se evalúen las mejoras en los procedimientos, con el fin de conocer si realmente están funcionando y cuáles son los puntos que deben mejorarse todavía, así como el énfasis que se debe poner para mejorar determinados aspectos. El responsable de Calidad es quien deberá encargarse de realizar este análisis, con el apoyo de un consultor externo.