Productos de mantenimiento adecuados: sinónimo de estética y entornos saludables en las empresas
Orden y limpieza son aspectos esenciales para la estética de cualquier espacio y el ramo industrial no podía ser la excepción. Es por eso que el aseo de áreas de trabajo, particularmente de los espacios destinados a la producción, presenta requerimientos distintos en cuanto a la compra de artículos de mantenimiento.
Esto se debe a que el trabajo con ciertos materiales, como pinturas, aerosoles y ceras, suele generar residuos cuyas manchas no son removibles con productos de uso doméstico. Otra situación que genera una necesidad específica es que las superficies y la maquinaria industrial precisan artículos de limpieza que no interactúen con los químicos utilizados durante la operación o afecten el funcionamiento de los aparatos.
Lo anterior subraya la importancia de optar por productos de alta especialidad para la desinfección, pulido y encerado de paredes, cristales y pisos o la limpieza del mobiliario. Para ello, un infalible de la industria es el abrillantador, que en muchos casos se elabora a partir de una emulsión de silicón y brinda un acabado perfecto – semejante a un “efecto espejo” – a las superficies.
Entre las ventajas de este tipo de producto están el que no genera desgaste o coloración amarilla al paso del tiempo, el ser de fácil aplicación y de larga duración, además de resistir –si se habla de la limpieza de un piso– el paso de trabajadores y maquinaria, así como evitar la acumulación de suciedad producida por el polvo y el uso cotidiano de superficies y objetos.
Pero más allá de los abrillantadores, los productos elaborados a base de siliconas son, en general, grandes aliados para el mantenimiento de las industrias, dado que presentan una amplia gama de aplicaciones prácticas. Ejemplos de ellas son los aceites lubricantes, productos para desinfectar, aditivos, repelentes contra el polvo, antiespumantes e incluso suavizantes textiles.
El contar con un proveedor confiable de estos artículos y apostar por la máxima calidad al adquirirlos es clave para que la imagen de una empresa sea acorde con la formalidad de su servicio, pero en cualquier caso, una prioridad, antes que la estética, es saber que los ambientes de trabajo son, por sus características, entornos favorables para la generación de contaminantes y la proliferación de virus y bacterias. De ahí que sea indispensable prestar atención a las prácticas de limpieza y buscar la mejora constante, tanto en el proceso como en la selección de los productos que se emplearán en él.