Seguridad industrial y laboral para México
La contaminación sonora en las empresas –sobre todo en aquellas dedicadas a la manufactura– es un problema que afecta el desempeño de los trabajadores, puesto que eleva el factor de estrés y desencadena reacciones que van desde la incapacidad para mantener la atención en las tareas asignadas, hasta la agresividad.
En cuanto a la salud física, el exceso de ruido, su intensidad y la falta de control sobre las variables que lo vuelven peligroso pueden producir el detrimento de la capacidad auditiva o su pérdida.
Por ello, en México la NOM 081 SEMARNAT es una de las normas técnicas que tienen la finalidad de cuantificar los niveles de contaminación acústica y brindar las pautas necesarias para el establecimiento de los límites aceptables al interior de las industrias y la consecuente reducción de las emisiones contaminantes.
Para entender cómo se lleva a cabo este propósito, lo primero que hay que saber es que se considera a las plantas de producción “fuentes fijas” de sonido, concepto que también alude a otras instancias y que ha quedado definido de la siguiente manera:
“Toda instalación establecida en un sólo lugar que tenga como finalidad desarrollar actividades industriales, comerciales, de servicios o actividades que generen o puedan generar emisiones contaminantes a la atmósfera”, de acuerdo con el documento oficial.
Partiendo de lo anterior, la entrada en vigor de la norma se justifica en el hecho de que “La emisión de ruido proveniente de las fuentes fijas altera el bienestar del ser humano y el daño que le produce, con motivo de la exposición, depende de la magnitud y del número, por unidad de tiempo, de los desplazamientos temporales del umbral de audición. Por ello, resulta necesario establecer los límites máximos permisibles de emisión de este contaminante.”
De ahí que dichas mediciones se lleven a cabo cada cierto tiempo en las empresas para asegurar el bienestar de los empleados y vigilar que la compañía se ciña a los lineamientos de salubridad en este sentido.
Ahora bien, si incluso habiendo participado del cumplimiento de esta regulación en tu centro de trabajo notas que el ruido que se produce en ella sigue teniendo efectos adversos para tu salud o experimentas molestias a nivel auditivo, lo recomendable es que visites a tu médico cuanto antes.
Seguramente el especialista ordenará que te practiques una audiometría, que viene a ser un estudio que diagnostica o descarta los trastornos de la audición. Si luego de este análisis descubres que la situación está afectando tu salud, no debes dudar en dirigirte a la autoridad indicada dentro de la compañía o en recurrir a la autoridad gubernamental si la situación persiste.