Tipos de solventes y sus aplicaciones
Cuando hablamos de solventes solemos pensar que solamente en el ámbito profesional se utilizan y que su intensidad no les permite ser manejados por cualquier persona, lo que no sabemos es que los solventes pueden ser tan sencillos como el agua, que es conocido como “el solvente universal” hasta el Xilol, que es un solvente derivado del dimetilado de benceno muy fuerte que se utiliza para disolver barnices y otras sustancias industriales.
Dependiendo de la constitución del solvente pertenece a diferentes familias que no solamente ayudan a clasificarlos en especie, sino a tener un control más claro sobre qué momentos son buenos para usar cada uno; por ejemplo, dentro de los alcoholes tenemos al isopropanol, que sirve para procesos de extracción, anticongelantes, entre otros. Para tener un poco más claro cómo se manejan los solventes, hablemos de las clasificaciones.
Empecemos por los Alcoholes. En la familia de los alcoholes podemos encontrar al metanol, que es un líquido incoloro, con un olor fuerte y que arde con una llama azul difícil de percibir. Se utiliza en la industria como solvente en la fabricación de lacas, películas y plásticos y en la elaboración de removedores de barniz y soluciones anticongelantes. Por otro lado tenemos el isopropanol que también es incoloro, con fuerte olor y altamente inflamable utilizado en linimentos, cosmética y conservantes.
Seguiremos con los alifáticos, que son compuestos orgánicos constituidos por carbono e hidrógeno; a esta familia pertenecen sustancias como el gas nafta, que es fácilmente reconocible por su aroma; se utiliza mucho en las tintorerías para desmanchar prendas. También encontraremos la nafta deodorizada que se usa en tintorerías para lavado en seco y finalmente la gasolina blanca, que es fácilmente identificable no solamente por el olor, sino por el sinfín de usos que se le dan en el hogar.
Hablemos de la familia de los gasolventes: aquí podemos encontrar dos principales integrantes que son el heptano y el hexano. Los dos son derivados del petróleo y tienen olores muy fuertes que los identifican por sobre otros tipos de solventes, son altamente inflamables; el primero se utiliza como solvente para pinturas y en la industria papelera y el segundo se utiliza principalmente como extractor de aceites vegetales.
En la familia de los clorados podemos encontrar el percloroetileno que se utiliza para el lavado de metales y la fabricación de jabones; en este grupo también tenemos al cloruro de metileno que sirve para disolvente en la eliminación de pinturas y barnices, así como en la fabricación de los mismos pero también los podemos encontrar en la fabricación de productos de limpieza doméstica.
Aunque no hayamos utilizado directamente estos solventes, en nuestros productos de uso diario seguramente hemos tenido contacto con ellos; es importante tener en cuenta que por su poder y efectividad estos materiales deben ser manejados con mucho cuidado y siempre deben estar fuera del alcance de los niños.